El Hotel Restaurante Los Naranjos te ofrece todo o que
necesitas después de una jornada intensiva de caza.
Extremadura ha contado y cuenta con una tradición cinegética muy
arraigada histórica y socialmente, tal y como lo refleja el alto
número de licencias y la evolución experimentada por las mismas. Del
mismo modo, cuenta con unos excelentes recursos, ya que posee una
gran variedad de especies de caza menor y caza mayor.
Este incremento del interés por la caza tiene un claro reflejo en la
ocupación del espacio, pues el número de cotos de caza ha aumentado
considerablemente, y con ellos la propia interpretación de la caza,
que ya se empieza a cuidar y explotar como recurso. Así se plantea
el coto como un modo de apropiación de dicho recurso.
CAZA
La actividad cinegética tiene en Extremadura una tradición
ancestral. A lo largo de siglos, e incluso, de milenios lo que
comenzó siendo una compleja función predadora, asignada por la
naturaleza a buena parte de las especies animales, ha venido
evolucionando como consecuencia de múltiples circunstancias de orden
principalmente socioeconómico, inherentes a la misma condición
humana, que ha transformado lenta, pero inexorablemente, multitud de
los primitivos ecosistemas en los que encontraron un hábitat ideal
las primeras poblaciones de fauna silvestre que ocuparon, al igual
que el planeta Tierra, el territorio que, actualmente, conforma la
Comunidad Autónoma de Extremadura.
Como consecuencia de una desmesurada degeneración de la originaria
función predadora que correspondió a la especie humana, junto a
otras muchas y no menos importantes circunstancias, algunas de ellas
incluso naturales, se ha producido una fuerte presión que ha
condenado a la desaparición a un buen número de especies de fauna
silvestre y ha situado a otras al borde mismo de la extinción.
Esta situación ha venido propiciando sucesivas rupturas del
equilibrio biológico, necesario siempre para asegurar la continuidad
de los recursos naturales renovables que, hoy, sólo puede mantenerse
y, en su caso, restaurarse, con la decidida intervención humana, que
ha de tener carácter permanente.
La caza, tal y como hoy se entiende, puede y debe orientarse al
mantenimiento y restauración de los equilibrios ecológicos entre las
especies de fauna silvestre y, desde esta orientación, ha de
convertirse en un precioso instrumento para una política de
conservación de los recursos naturales renovables, recuperando una
faceta conservacionista que devuelva a la noble actividad cinegética
y a los que en Extremadura la practican el respeto y el prestigio
que, en los últimos años, se ha visto reiteradamente puesto en tela
de juicio desde algunos sectores sociales de dentro y fuera
de la región.
TIPOS DE COTOS EN EXTREMADURA
En la región se dan tres modalidades de caza: la de los cotos
privados de caza mayor y menor, los cotos deportivos y los clubes
locales de caza.
COTOS PRIVADOS DE CAZA MENOR
Los primeros actúan con ánimo de lucro y son gestionados como una
empresa por parte de sociedades que se dedican a la gestión del
aprovechamiento cinegético. Estos cotos llegan a alcanzar el 30 por
ciento de la superficie total cinegética y la Junta les obliga a
mantener un guarda por cada 1.000 hectáreas, lo que supone que este
tipo de cotos privados da trabajo a más de 1.200 guardas.
COTOS DEPORTIVOS
Suponen el 20% de la superficie cinegética y forman parte de ellos
personas que constituyen clubes deportivos de cazadores y
desarrollan su actividad basándose en la Ley General de Deportes de
Extremadura, sin poder vender los puestos y sin tener ningún tipo de
aprovechamiento económico de ningún tipo. Sólo pueden practicar caza
menor.
CLUBES LOCALES DE CAZA
El 50% de la superficie cinegética regional pertenece a los cotos
deportivos locales de cazadores, figura que sólo existe en
Extremadura y con la que el Ejecutivo extremeño pretende que en cada
municipio haya una sociedad local de cazadores que practique la caza
de forma democrática, social, sin ningún lucro. Este tipo de cotos
tienen aprovechamiento de caza menor y mayor.
tiempo Castuera
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